Cuentan que Iván el Terrible poseía una legendaria colección de libros antiguos que provenían de la antigua Constantinopla. Aunque no haya pruebas claras de su existencia, su búsqueda continúa hoy día. Esta historia comienza en el siglo XV, cuando los otomanos conquistaron Constantinopla y acabaron con el Imperio bizantino. Muchos griegos y cristianos ortodoxos abandonaron entonces la ciudad. Entre ellos estaba Tomás Paleólogo, hermano de Constantino XI, quien, según se cuenta, se refugió en Roma, pero antes de partir reunió todos los libros de la colección que habían acumulado los sucesivos emperadores bizantinos. Esta biblioteca contaba con unos 800 volúmenes, entre los que se incluían algunas obras maestras de la literatura grecorromana. La colección fue heredada por la hija de Tomás, Sofía Paleólogo, quien se fue de Roma a Rusia y se casó con Iván III, el gran príncipe de Moscú . Al parecer, fue ella quien llevó la colección a Rusia, que más tarde pasó a llamarse &q
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