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Lámpara de piel humana, abominable acto de crueldad de la Segunda Guerra Mundial

objetos elaborados con piel humana

La historia sobre objetos hechos de piel humana en la segunda guerra mundial ha indignado a muchos durante años, a pesar de las pruebas presentadas ante un Tribunal en 1947 para castigar al culpable, fueron desestimados por un Juez, dejando viva a la mujer, autora de dichos crímenes, conocida como "La bruja de Buchenwald"
La mejor investigación documentada jamás contada. 


 


1937 - 1945,  Campo de concentración de Buchenwald



Como bien se sabe, los alemanes crearon una serie de instalaciones de detención para encarcelar y eliminar a los “enemigos del estado.” La mayoría de los prisioneros en los primeros campos de concentración eran comunistas alemanes, socialistas, social demócratas, romas (gitanos), testigos de Jehová, homosexuales, clérigos cristianos, y personas acusadas de comportamiento “asocial” o anormal.

Después de 1938, se cuenta que los nazis llevaron a cabo arrestos masivos de hombres judíos y los encarcelaron en campos por periodos breves. El campo de concentración de Buchenwald fue uno de los más grandes en territorio alemán. No obstante, como campo de concentración, en Buchenwald no había cámaras de gas, las cuales eran propias de los campos de exterminio. Aquí se llevaron a cabo numerosos experimentos médicos en prisioneros.





"La bruja de Buchenwald"

Decía el Marques de Sade que la crueldad, lejos de ser un vicio, es el primer sentimiento que imprime en nosotros la naturaleza. Son la educación y el adiestramiento lo que nos hace racionalmente bondadosos.

La señora Ilse Koch, compendio la maldad e iniquidad infinita, al tiempo que daba rienda a sus pasiones: la colección de tatuajes descuajados y objetos fabricados con despojos humanos.

Ilse Koch fue esposa de Karl Koch, el comandante del campo de concentración de Buchenwald desde 1937 hasta 1941. Ilse se dio a conocer especialmente por crear diversos objetos con la piel de los prisioneros caracterizados por distintos tatuajes. También se le conoce con el apodo de "La bruja de Buchenwald" o la "perra de Buchenwald".






Lamparas de piel humana y fantasías de la bruja

El tema de las lámparas de piel humana es uno de los más controvertidos del extraño currículo de ‘La Bruja de Buchewand‘ o ‘Zorra de Buchewand’, como la bautizaron sus sometidos. Si bien aparece en las fotos de los objetos incautados durante la liberación del campo, las pruebas del informe forense que se hizo para verificar y confirmar el origen ‘humano’ de las pieles como peritaje judicial en los procesos de Dachau, sólo incluyeron tres trozos de uno de los tatuajes descuajados más famosos; por lo que no hay evidencias científicas (si visuales y de aspecto) que valorasen las morbosas ‘pantallas’.

Durante la liberación del campo el propio director Billy Wilder realizó un documental sobre el estado y los objetos encontrados en el campo. La imagen de la mesa con los tatuajes, las cabezas disecadas y la ‘supuesta’ lámpara dio la vuelta al mundo y se convirtió en símbolo de la barbarie.

Además de su eterna fascinación por el cuero humano, que la hacía coleccionar retales enmarcados con los mejores diseños arrancados tras una inyección de fenol a sus esclavos; según los testimonios, la señora Koch disfrutaba azuzando a los perros para que atosigaran a las reclusas embarazadas por el placer de verlas gritar y correr con dificultad. Además le encantaba dirigir orgías lésbicas con las esposas de todos los oficiales del campo convirtiendo el placer y el dolor en hábitos dominantes de su ajetreada existencia.

La mejor evidencia que demuestra los atrofiados comportamientos de los Koch es un documento interno de las SS dirigido a la enfermería del campo para frenar la publicidad de los abusos, atrocidades y excesos que se cometían en los procesos de confesión y extorsión de los internos. El corazón mismo de la barbarie pedía clemencia y prudencia a sus propios soldados de doctrina. Suplicando que no exhibieran también los ‘trofeos’ de piel humana.





Mark Jacobson, dueño de la última lampara de piel humana conocida

Hay muchísima evidencia, que los objetos de piel y las lamparas hechas de piel humana son reales, y esto parece mostrar que la historia contada mas que un mito o una leyenda es pura verdad.

Existe un gran hermetismo sobre el tema, pues a pesar de las fuertes acusaciones  y pruebas tangibles contra la "Zorra de Buchewand" ante el Tribunal de Dachau en 1947, donde se pedía a gritos la pena de muerte para esta mujer, el general estadounidense Lucius D. Clay le concedió la libertad por insuficiencia de pruebas.

Los sádicos actos de la señora Koch nunca fueron admitidos por la justicia, las evidencias no parecían existir y aunque nuevamente fue arrestada, juzgada y condenada a cadena perpetua por otros cargos, el cargo de haber asesinado prisioneros para fabricar objetos con su piel fue nuevamente desestimado. 

Para los que aún creen en esta gran mentira: "No existen tales objetos", narraremos la experiencia de Mark Jacobson, un judío, periodista y colaborador de «The New York Times».

Después del huracán Katrina que asoló Luisiana, Skip Henderson, un amigo de Mark, le envió una pantalla de lámpara que supuestamente esta hecho con la piel de un judío, victima del Holocausto. La lampara estaba disponible en una acera de venta de artículos usados ​​en Nueva Orleans, y costo unos 35 dolares. 

Mark se embarcó en una búsqueda para descubrir el origen de la pantalla. Las pruebas genéticas confirmaron inicialmente que estaba hecha de piel humana . Sin embargo, debido a la condición de la piel bronceada, no había forma de determinar el origen étnico de la persona cuya piel se utilizó, o si se trataba efectivamente de una reliquia del Holocausto.

En el transcurso de los próximos años, intentó localizar su origen y examinar el significado de la pantalla, y la forma en que terminó en Nueva Orleans, y decidir qué hacer en última instancia con el espantoso objeto. 

Tanto el Museo del Holocausto de Estados Unidos en Washington, DC , y el Yad Vashem, museo en Jerusalén , se negaron a tomar posesión de la pantalla, diciendo que  las pantallas de lamparas hechas de piel humana en los campos de concentración eran probablemente un mito. 

Tras dos años de investigación e intentar sin éxito quitarse de encima este objeto, Mark publico en 2010 un libro, «The Lampshade: A Holocaust Detective Story from Buchenwald to New Orleans», En sus páginas relata cómo llegó esta pieza a su casa de Brooklyn, su aventura en la que comprueba, al menos, que la pantalla está hecha de piel humana con análisis de ADN y la negativa de los museos judíos de incluir la pieza en sus fondos.

También el periodista afirma que todas las historias de los objetos nazis hechos con restos de cuerpos de judíos, entre los que destaca el jabón y describe en su libro son ciertas. Que el libro ha generado mucha controversia, ha recibido amenazas de nazis por correo electrónico y por teléfono. Cuenta que "hay otras personas que quieren enterrar la lampara porque al fin y al cabo es un ser humano", dice el periodista neoyorquino. 

<< La tengo yo, pero está en un lugar seguro que prefiero no desvelar >>



Investigación y redacción original por Jesús Torres

Fuentes principales: 

La zorra de Buchenwald y su colección de tatuajes ---> https://goo.gl/VPXXkb

Ilse Koch, Wkipedia ---> https://goo.gl/Uqap9g

El misterio de la lámpara de piel humana ---> http://goo.gl/CjWo0N

The Lampshade: A Holocaust Detective Story from Buchenwald to New Orleans, Wikipedia ---> https://goo.gl/uxdpo9

Comentarios

  1. muy buen tema, incluso da para investigar mucho más, gracias

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  2. ........de ACUERDO, pero SUGIERO SE LE DÉ SEPULTURA CRISTIANA A ESE PEDACITO DE SER HUMANO.......¡¡¡¡ QUE DIOS SE APIADE DE SUS MENTES!!........

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